Hoy ha sido un mal día. Aunque ayer fue aún peor.
Actúalmente y por razones que no vienen al caso ahora, me encuentro en la multinacional con más auge en este nuestro país, el INEM. Como cualquier persona en edad laboral y con ganas de ejercer, me encuentro en esa tediosa búsqueda y que de momento, está resultando ser bastante poco fructífera.
Bueno, al grano, el caso es que ayer no fue un buen día, por distintas cosas. Recibí tres negativas, que no me apetece recordar ahora, y para arreglarlo necesitaba ¡COMIDA BASURA!!! y sin bajarme del coche, me encontraba en el Burguer Auto, pidiendo un menu Big King con patatas normales y coca cola y un gran gran helado BK fussion de chocolate (o algo así), así que engañándome me a mi misma me zambullí toda la comida sin que sobrara una mísera patata.
Pero el día no acabó ahí, a mediodía, mi querida amga Julia me llamó para preguntarme el número de la pelu a la que asistió Catherin la semana pasada. Así que que llamé, y en 0,2 estabamos las dos en la pelu. Ante un mal día, un cambio de imagen.
Francis, mi nuevo y ADORADO estilista, no sólo me proporcionó un nuevo look, además me dió una receta de lentejas que hoy mismo he hecho, sanas y estaban buenas.
Por la noche llegó mi Sr. M, y aunque todavía no estoy acostumbrada a mi nuevo rubio nórdico, se me ocurrió preguntarle que qué tal me quedaba, sin pensar en la respuesta, teniendo en cuenta que el Sr. M no es muy romántico o dado a decir cosas bonitas.
Y creo que ha empezado a conocerme, porque su respuesta fue: A mi gustas siempre
Toma ya! y yo, me lo creí.
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