Observando los programas de televisión, he llegado a la conclusión de que al ser humano le atrae lo vulgar. Lo que hay es un fiel reflejo de lo que ocurría en los pueblos hace 20 años, cuando el honor y la intimidad de las personas eran frágiles y alguien comenzaba un rumor y al día siguiente toda la vecindad opinaba y juzgaba.
Y pensareis que hoy la gente tiene derecho a réplica, pero no, cuando alguien habla provoca más habladurías y ésas muchas más, y se convierte en un círculo vicioso. Al final, las personas se convierten en monos de feria, expuestos, sin que nadie los proteja y con el tiempo caen en el olvido, y si lo recuerdan, lo hacen por lo mismo que dio pie a las habladurías.
¿Tenemos derecho a opinar sobre los demás? Deberíamos reflexionar sobre esas personas y sentir empatía antes de opinar sobre la reputación que pende de un hilo de todos esos títeres televisivos.
Vamos a vivir y dejar vivir, que no es tan difícil.
Julia.
La idea se gestó un día lluvioso, veníamos de nuestra actividad deportiva y nos metimos en un bar de barrio, el simpático camarero nos puso unos vinitos acompañados de una tapas de salchichón; de ahí surgió la idea, estabamos en chándal y comiendo salchichón
viernes, 14 de mayo de 2010
miércoles, 12 de mayo de 2010
La Mala Educación
Esta mañana me he cruzado con dos vecinos y ninguno me ha dado los buenos días, y es que esta de moda la mala educación. Es normal tirar papeles, dañar todo lo que uno se va encontrando por la calle, sacarle el dedo por la ventanilla al que se nos cuela en un cruce, no cederle el paso a un anciano y así sucesivamente.
Cuando alguien es incorrecto en sus formas conmigo, lo primero que se me pasa por la cabeza es hacer lo mismo, pero me paro y pienso que lo que no soporto de los demás es precisamente la mala educación. Me acuerdo de mi madre que con tanto ahínco ha conseguido a base de reprimendas y cachetazos convertirme en una persona presentable y sin las armas culturales a las que tan fácilmente tenemos acceso hoy.
Mi conclusión es que está en desuso hacer las cosas bien y que además de las hombreras se lleva decir “vale” y “por mi hija mato”. Es lamentable, vamos a intentar leer un poquito más y saludar a nuestros semejantes.
Julia.
Cuando alguien es incorrecto en sus formas conmigo, lo primero que se me pasa por la cabeza es hacer lo mismo, pero me paro y pienso que lo que no soporto de los demás es precisamente la mala educación. Me acuerdo de mi madre que con tanto ahínco ha conseguido a base de reprimendas y cachetazos convertirme en una persona presentable y sin las armas culturales a las que tan fácilmente tenemos acceso hoy.
Mi conclusión es que está en desuso hacer las cosas bien y que además de las hombreras se lleva decir “vale” y “por mi hija mato”. Es lamentable, vamos a intentar leer un poquito más y saludar a nuestros semejantes.
Julia.
domingo, 2 de mayo de 2010
PARA MAMÁ
Porque me diste la vida, porque siempre estuviste y estarás ahí. Porque darías tu vida por mi o mis hermanas. Feliz día de la madre, MAMÁ.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)